Contra La Escuela

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y la expansión de la burocracia pública y privada)(
58
)7)

Desde mediados de la década de los 50, se observa un punto de inflexión en la historia deldesarrollo del capitalismo dependiente en América Latina. Las condiciones generadas por lo
que se ha llamado “el nuevo

carácter de la dependencia” (
59
) se acentúan y profundizan. Lainversión extranjera directa en el sector industrialconduce al predominio de la gran empresamonopólica (con el consecuente uso de técnicas de producción que suponen una modificaciónen la composición orgánica del capital a favor del capital fijo) y a la práctica liquidación del
efímero dominio de las “burguesías nacionales” y su proyecto de capitalismo autónomo. Con
esto, por un lado, se acentúa la tradicional
super-explotación
(
60
) de la fuerza detrabajo (lo quedificulta o impide por completo continuar con la manipulación de los sectores populares
instaurada por el “bonapartismo populista”, en tanto ésta supone, al menos en un cierto
grado, una mayor participación de los sectores populares en el producto), y, por otro, segenera una exigencia de racionalización de las funciones (tanto públicas como privadas),complementarias a la producción. Yesto, -lo que constituye sin duda un rasgo peculiar en eldesarrollo del capitalismo dependiente- sin que se eliminen completamente las condicionesdel desarrollo anterior, sin que desaparezca ni sea suplantada por completo la economía
“primario

exportadora” (sobre la que descansó de manera exclusiva el desarrollo
latinoamericano durante largas décadas), creando así condiciones sociales ypolíticas muysingulares que tienen expresión específica en los Aparatos Educativos.8)

La Escuela en América Latina conservó a pesar de las reformas -ya lo observé al pasar- un
carácter fuertemente “tradicional. Su estructura general y el tipo de estudios, el modo de
recluta
miento de su personal (verdadero “estamento” social, particularmente si nos referimosa la Universidad) venían a mostrar ahora su“disfuncionalidad” en relación a los nuevos
requerimientos. De todos los sectores -empresarios, tecnócratas, y aún estudiantes y padresde familia-
, se cuestiona el predominio de las carreras jurídicas o “humanistas” en relación a
las científicas o técnicas. Amplios movimientos de reforma –
de “modernización”
– se encaran,sea por la vía autoritaria (Brasil), sea involucrados en un proyectoburgués-liberal-desarrollista(como el expresado por el gobierno democratacristiano en Chile) (
61
). La tarea no es simple; lossectores más tradicionales de las clases dominantes resisten -como ocurre también en otrosórdenes de la economía y la sociedad- y a veces es preciso pactar con ellos frente al enemigocomún (el proletariado) que cobra rápidamente conciencia de su condición social desuperexplotado. Deeste modo se realiza un proceso de reforma y modernización,contradictorio, ambiguo, ecléctico que no hace sino sumar nuevas contradicciones a lastradicionales.
(58)

Para un estudio comparativo de las diferencias entre el desarrollo de los aparatos educativos en
Europa Occidental y en América Latina, remitiré al lector a dos trabajos recientes: A. Solari, “Algunasparadojas del desarrollo de laeducación en América Latina”, Revista La
tinoamericana de CienciasSociales, junio-
diciembre de 1971, pp. 87/102. Germán Rama, “Educación media y estructura social enAmérica Latina”, en Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Nº 3 (junio 1972), pp. 95
-142.(59)

Theotonio Dos Santos, El nuevo carácter de la dependencia, Santiago, CESO, 1953; del mismoautor, Dependencia y cambio social,Santiago, CESO, 1971.(60)

Para el concepto de superexplotación, cir. Ruy Mauro Marini, Subdesarrollo y Revolución, México,Siglo XXI, 1969.(61)

Véase Tomás A. Vasconi e Inés Reca, Modernización y Crisis en la Universidad Latinoamericana,Santiago, CESO, 1971.

9)

Sintetizo:Los Aparatos Educativos en casi todos los países latinoamericanos están sometidos areformas
modernizantes
, más o menos…