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Este capítulo destaca el miedo como clave en la relación de las sociedades avanzadas con la naturaleza y recuerda a la opinión de un filósofo moderno, el profesor Agustín García Calvo, quien en sus prolegómenos a la obra De Rerum Natura de Lucrecio, título que el traduce como De la Realidad, dice:
¿Tendré que seguir contándote los casos en que la Física de Epicuro es espejo , aunque sea un pococaricaturesco, de toda Física, y cómo es que, a pesar de ello, y en parte por lo mismo, los versos de Lucrecio que cantan esa Física me han sido tan fascinantes y conmovedores como para hacerme dedicarles tantas atenciones y desvelos? No pienso que haga falta. Al fin y al cabo, todo el intento y el sentido de esa Física y esos versos es librarnos del miedo de la muerte, único verdadero mal (elmiedo, no la muerte, salvo si son lo mismo), del que todas las Religiones, y todos los crímenes y penas y miserias, de los hombres se alimentan; y que el procedimiento para librarnos del miedo de la muerte consista, al revés de todas las religiones, creencias y demás venta de ilusiones, en el reconocimiento total y despiadado de la propia muerte, en una proclamación científica, indudable, de nuestramortalidad en cuerpo y alma, destinados a una total desintegración en átomos y vacío, sin residuo alguno de uno mismo ni de duda, es algo que hace al procedimiento veraz y emocionante hasta lo más hondo.
Efectivamente, según ambos autores, García Calvo y Sandín, la relación con la Naturaleza en nuestras sociedades auto-denominadas “avanzadas”, “evolucionadas” o “desarrolladas”, está caracterizadapor ese elemento común, del que no podemos deshacernos mientras impone sus normas llenando de torpeza nuestra actividad y nos convierte en sus esclavos: hablamos del miedo. Lo que ha avanzado realmente en las “sociedades avanzadas” , lo que en ellas se ha desarrollado ha sido este miedo. La “permanente campaña contra la Naturaleza dirigida hoy por biólogos” de la que advierte Sandín, puede que nosea nueva (aunque sí ciertamente ha crecido recientemente de modo ya preocupante), puesto que, según Garcia Calvo es la nuestra con la Naturaleza una relación de violencia desde el origen:
La Ciencia de la Realidad por excelencia se sigue en nosotros llamando Física; además, al tener en latín que añadir rerum, ya se introduce el término res (sobre el que pienso volver un poco más abajo), que al finy al cabo es el germen del moderno “realidad”; y, en fin, cualquier cosa mejor que el anacronismo dieciochesco “naturaleza”, que tanto daño ha venido haciendo estos dos siglos; porque la Naturaleza, desde luego, sí que no sabían los antiguos lo que era: sólo empieza a ser cuando se la mata.

Es pues, el miedo, elemento permanente en nuestra relación con la Naturaleza y esta relación, deviolencia desconocida, inconfesada y oculta ya por siglos la que genera la realidad indudable que da título al segundo capítulo del artículo de Sandín:
La gran confusión

Se lee en este capítulo:

la Biología se encuentra en un estado de inconsistencia, se podría decir más, de absoluta ausencia de base teórica. Una situación que puede resultar peligrosa si tenemos en cuenta los procesos naturales que semanipulan para conseguir los objetivos antes mencionados. Porque la ausencia de un modelo teórico que proporcione sentido a estas manipulaciones viene siendo denunciada desde hace tiempo, de una forma esporádica y, al parecer, sin la menor repercusión, desde las mismas revistas que mantienen en sus páginas esta confusión.

Y a continuación, se exponen unos cuantos ejemplos muy “reales” y dignosde lectura para acabar en la conclusión:

La Biología hoy, está donde estaba la Física a principios del siglo veinte, observa José Onuchic, codirector del nuevo Centro de Física Biológica Teórica de la Universidad de California, San Diego. “Se enfrenta a una gran cantidad de hechos que necesitan una explicación” (Knigth, J., 2002).

O en otra más puntual y no menos interesante, cuyo desarrollo…