Cazadores de sombras III

?Traducido por Aurim

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Traducido por Aurim

Índice

Parte Primera: Las Chispas Vuelan Hacia Arriba

1. El Portal 4
2. Las Torre Demonio de Alicante 19
3. Amatis 41
4. Daylighter 54
5. Un Problema de Memoria 68
6. Mala Sangre 86
7. Dónde los Ángeles Temen Pisar 106
8. Uno de los Vivos 126
9. Esta Sangre Culpable 139Parte Segunda: Las Estrellas Brillan Oscuramente
10. Fuego y Espada 154
11. Todos los Huéspedes del Infierno 169
12. De Produndis 185
13. Dónde hay Pesar 204
14. En el Bosque Oscuro 219
15. Todo se Desmorona 234
Parte Tercera: El Camino al Cielo
16. Artículos de Fe 249
17. El Relato de la Cazadora de Sombras 266
18. Saludo y Despedida 285
19. Peniel 309
20. Pesado en la Balanza334
Epílogo: A Través del Cielo en las Estrellas

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ARTÍCULOS DE FEDesde la noche en que había llegado a casa para descubrir que su madre no estaba, Clary había imaginado verla otra vez, bien y sana, tan a menudo que sus imaginaciones habían adquirido la calidad de una fotografía que hubiera llegado a perder el color por ser sacada y contemplada demasiadas veces. Esas imágenes se alzaban ante ella ahora, incluso mientras miraba con incredulidad, imágenes en lasque su madre, pareciendo sana y feliz, abrazaba a Clary y le decía cuánto la había echado de menos pero que todo iba a estar bien ahora.
La madre de sus imaginaciones se parecía muy poco a la mujer que estaba frente a ella ahora. Recordaba a Jocelyn tan dulce y artística, un poco bohemia con su bata salpicada de pintura, su cabello rojo en trenzas o sujeto con un lápiz en un moño desordenado.Esta Jocelyn era tan brillante y angulosa como un cuchillo, su cabello severamente estirado hacia atrás, sin un mechón fuera de su sitio; el riguroso negro de su equipación hacía que su rostro pareciera pálido y duro. No era su expresión la que había imaginado Clary: en vez de llena de alegría, había algo muy parecido al horror en la forma en la que miraba a Clary, con sus ojos verdes muy abiertos.-Clary –respiró ella–, tus ropas.
Clary miró hacia abajo para verse. Llevaba puesta la equipación de Cazadora de Sombras de Amatis; exactamente lo que su madre había pasado su vida entera asegurándose de que su hija nunca tuviera que usar. Clary tragó con fuerza y se puso en pie, agarrando firmemente el borde de la mesa con las manos. Podía ver cuán blancos estaban los nudillos, pero sentía lasmanos desconectadas de su cuerpo de algún modo, como si pertenecieran a otra persona.
Jocelyn dio unos pasos hacia ella, extendiendo los brazos.
-Clary…
Y Clary se encontró a sí misma echándose hacia atrás, tan deprisa que golpeó la encimera con la zona de los riñones. El dolor estalló, pero ella apenas lo notaba; estaba mirando fijamente a su madre.
También lo estaba Simon, con la boca ligeramenteabierta; Amatis, también, parecía anonadada. Isabelle se puso en pie, situándose entre Clary

y su madre. Su mano se deslizó bajo el delantal, y Clary tuvo la sensación, cuando la sacó, de que estaba sosteniendo su airoso látigo electrum.
-¿Qué está pasando aquí? –exigió Isabelle–. ¿Quién eres?
Su fuerte voz vaciló ligeramente cuando pareció captar la expresión del rostro de Jocelyn; Jocelynestaba mirándola, con la mano sobre su corazón.
-Maryse. –La voz de Jocelyn era apenas un susurro. Isabelle parecía sobresaltada.
-¿Cómo sabes el nombre de mi madre?
El color entró en el rostro de Jocelyn con un rubor.
-Por supuesto. Eres la hija de Maryse. Es sólo… que te pareces tanto a ella. –Bajó lentamente la mano–. Soy Jocelyn Fr… Fairchild. Soy la madre de Clary.
Isabelle sacó la mano de…