Analisis semiotico

Resumen

El análisis semiótico de ¨La familia Colombiana¨ de Fernando Botero se realizó teniendo en cuenta factores importantes como el desarrollo de su infancia y la influencia que ello tuvo en su obra. Paralelamente relacionamos la obra con conceptos planteados por diferentes semiólogos. Este análisis nos va a permitir dar una nueva mirada a su espléndida obra para poder desglosar la imagen ycomprender aspectos como la importancia y función de la mujer en la cultura antioqueña, al tiempo que resaltamos la simbología de la pintura analizada. A través de importantes autores como Roland Barthes y J.M. Klinkenberg, podremos sumergirnos en la semiótica de Fernando Botero interpretando cada uno de sus trazos y reconociendo su labor como embajador de Colombia ante el mundo.Palabras Claves: Innovación, Estética, Cultura, Arte, Interpretación.

Abstract

The semiotic analysis of ¨La familia Colombiana¨ by Fernando Botero was made having important factors on mind, like his childhood development and the influence that it had on his artistic work, likewise we related this work with concepts given by different semiotic specialists. This analysis is going toallow us to take a new look to this splendid work in order to take the image apart and understand issues like the importance and the function of women in the “antioqueña” culture, at the same time that we highlight the symbology of the analyzed painting. Through some important authors like Roland Barthes y J.M. Klinkenberg, we would be able to get immerse on Fernando Botero’s semiotic, readinginto every one of his strokes, acknowledging his work as Colombia ambassador in the world.

Key Words: Innovation, Aesthetics, Culture, Art, Interpretation.

Introducción

Discusión

Pero dejando atrás al gran Gauguin y a sus obras, nos adentraremos hoy en el análisis semiótico de la estética de Fernando Botero y más específicamente, en el análisis semiótico de una de sus obrastitulada “La Familia Colombiana”.

Llega Botero al oficio de pintor con un bagaje cultural propio de un hombre-tipo criado en las montañas antioqueñas. Diríamos que proviene de una tradición arriera pero con asentamiento citadino, lo que le permitió abrir sus alas y pretender volar más lejos. Y qué tan lejos llegó!!!, como nos lo confirma su fructífera trayectoria artística. Paradójicamente, apesar de haber vivido por más de medio siglo fuera de nuestro país, nunca ha abandonado completamente a su tierra antioqueña y especialmente a su entrañable Medellín. El ha plasmado en cada cuadro, aquellos ambientes que revolotean por siempre en su memoria, como lo han sido aquellos temas donde involucra: la maestra, el policía, el café, el cura, la monja, la familia, los jugadores de cartas yasí, infinidad de temas relacionados con sus particulares lecturas de aquella realidad que le rodeaba en una determinada época de su vida.

Consideramos conveniente iniciar éste viaje que pretendemos hacer a través de la semiótica, entendiendo –en primera instancia- nuestro papel como emisores o como receptores ante la pintura de Botero que hoy nos ocupa. Y que mejor que hacerlo de la manode Jean-Marie Klinkenberg. Nosotros, como espectadores o como público observador, nos convertimos en destinatarios del mensaje que emite (se vale aquí la redundancia) el emisor. Y, citando a Klinkenberg, tenemos que el emisor, llamado a veces destinador, no es siempre un ser humano, y concluye él que “el emisor es una instancia teórica y no una persona física, concreta y singular. Todo mensajepostula un emisor ideal”(Klinkenberg, 2006). Postula, nos dice Klinkenberg. Y, postular es proponer. Continúa Klinkenberg: “Es decir que ese emisor se encuentra más o menos inscrito en el mensaje, por el hecho mismo que éste ha sido emitido. Así, el lector de un libro tenderá a atribuir a un ser ampliamente mítico –el autor- todo lo que se encuentra en la cubierta de ese libro: título, ilustración,…